5 may 2012

"Papá, ¿qué estás haciendo?"


Desgraciadamente, no todo en el mundo del deporte es agradable.

Os dejo una historia, basada en hechos reales. No para criticar, sí para reflexionar. Una vez más... mejor es prevenir que curar. Adelante.


Carta de un joven deportista a su padre



"Papá... No sé cómo decírtelo. Seguramente crees que lo haces por mi bien, pero no puedo evitar sentirme raro, molesto, mal. 

Me regalaste un balón cuando apenas empezaba a andar. Aún no iba a la escuela cuando me apuntaste al equipo. Me gusta entrenar durante la semana, bromear con los compañeros y jugar el Sábado o el Domingo como hacen los equipos grandes. 

Pero cuando vas a los partidos... No sé. Ya no es como antes. 

Ahora no me das una palmada cuando termina el partido ni me invitas a un bocata. 

Vas a la grada pensando que todos somos enemigos; insultas a los árbitros, a los entrenadores, a los jugadores, a otros padres, ...

¿Por qué has cambiado? 

CREO QUE SUFRES Y NO LO ENTIENDO.

Me repites que soy el mejor, que los demás no valen nada a mi lado, que quien diga lo contrario se equivoca, que sólo vale ganar. 

ESE ENTRENADOR DEL QUE DICES QUE ES UN INEPTO, ES MI AMIGO, EL QUE ME ENSEÑÓ A DIVERTIRME JUGANDO. Me vuelves loco cuando me dices que haga lo contrario de lo que él dice. 

El chaval que el otro día salió en mi puesto, ¿te acuerdas? Sí, hombre, aquel a quien estuviste toda la tarde criticando porque "no sirve ni para llevarme la bolsa", como tú dices. Ese chico está en mi clase. Cuando lo vi el lunes, ME DIO VERGÜENZA. 

NO QUIERO DECEPCIONARTE. A veces pienso que no tengo suficiente calidad, que no llegaré a ser profesional y ganar cientos de millones como TÚ QUIERES. 

ME AGOBIAS. Hasta he llegado a pensar en dejarlo... Pero me gusta, me gusta tanto... 

Papá, por favor, no me obligues a decirte que NO QUIERO QUE VENGAS MÁS A VERME JUGAR."

-Anónimo-


Si alguno de nuestros jóvenes deportistas se siente identificado con esta historia, ¡corre! Avisa a tus padres antes de que sea demasiado tarde. Probablemente, ellos no se dan cuenta de lo que están haciendo. ¡Ayúdales a ayudarte!

Si sois los padres los que os veis reflejados, reflexionad y actuad. No hagáis que vuestros hijos puedan llegar a pensar esto algún día.

Disfrutad haciendo deporte con ellos, no por ellos.


2 comentarios:

  1. Lamentablemente cierto... y fácil de ver por ahí.

    ResponderEliminar
  2. Y lo malo es que la mayoría de los casos que existen no son conscientes del daño que pueden provocar en sus hijos y los de alrededor... Es más que necesaria una Educación de padres en este sentido.

    ResponderEliminar